Día 2:
Supongo que el cebiche en nuestra
debilidad, bueno, más bien la lima, porque no ha sobrado nada.
Hemos dado cuenta entre los tres ( hoy mi
hijo se nos ha incorporado a la degustación-cena) de los 800 gramos de bonito.
Entraba muy bien, con una textura muy
suave, fruto de la frescura del pescado y de la maceración de la lima durante
toda la noche.
Me anoto para próximas elaboraciones que
la cantidad de lima condiciona mucho el sabor final, por lo que hay que estar
atentos a los comensales a los que se los vas a poner para poner la cantidad de
la receta, incluso algo menos (en nuestro caso hasta hubiéramos admitido más,
pero nos gusta demasiado), el chile si picaba pero la reducción del cincuenta
por ciento con respecto a la receta original ha sido acertada, y la
cebolleta…..por favor…no creo que vuelva a tomar cebolla cruda sin antes
dejarla en remojo con agua y vinagre, gracias Comidista.
Como novedad para hoy, incorporamos
maridaje.
Por supuesto y siguiendo la filosofía del
blog, de una manera humilde y sin pretensiones, pero acompañar a nuestro platos
con los caldos adecuados, cava, vino, incluso ahora todavía con los calores del
verano con una buena cerveza a cero grados es un plus que nunca hay que
desdeñar.
Esta vez el elegido ha sido Deinhard de
uva riesling 2012, comprado en el supermercado de El Corte Inglés y cuyo precio
(no recuerdo el exacto) no sobrepasó los seis-siete euros la botella, incluso creo que algo menos.
La uva riesling ha sido nuestro
descubrimiento más reciente y nos hemos enganchado a ella este verano, tanto en
caldos propiamente germánicos (de donde es original la uva) como en vinos
españoles (en el Penedés he encontrado varias bodegas que la comercializan). El
cava sigue siendo nuestro favorito para acompañar casi cualquier tipo de
vianda, pero esta uva riesling nos está ganando poco a poco…
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