Día 9:
Hay recetas que, por su sencillez pasan
desapercibidas, cuando buscamos que hacer en la cocina teniendo tiempo y ganas
para hacer algo más “elaborado”, pero la sencillez de la receta no debe de
esconder la calidad de un plato, y este es el caso.
La clave de este plato consiste en la
frescura del pescado. Esta mañana se ha comprado en el mercado y esta noche se
ha elaborado.
Comentar varias cosas sobre la receta
original de la que siempre ponemos en el enlace de donde la hemos sacado.
Los trozos de salmón son de ración, los
hemos pasado por la plancha marcándolos, pero sin hacerlos demasiado (como es
lógico todo depende del comensal, para cocinar el punto de un pescado o una
carne, pero desde aquí os animo a ir poco a poco quitándole segundos a la
elaboración de las carnes, y sobre todo de los pescados), vuelta y vuelta pero
que por dentro el pescado conserve su textura y color natural.
En cuanto a la cantidad de mantequilla,
con usar justo la mitad creemos que es suficiente. No somos muy amigos de usar
la mantequilla para cocinar, teniendo la riqueza de aceites en nuestro país,
pero si, como en este caso, queremos respetar la receta original la solución es
echar la mitad de mantequilla que lleva la receta y, si llega el caso ir
añadiendo un poco más a demanda….
Por otro lado según la receta, hay que
usar una cantidad de aceite muy exagerada.
Para sellar el salmón, si como es el
caso, es fresco, suelta tanta grasa “natural”, que no necesita esa cantidad de
aceite.
Hemos repelado los platos, no digo más.
En cuanto al vino de hoy. hace unas semanas probamos un vino de California, en ese momento recordé una serie de juventud Falcon Crest, sobre una familia que tenía viñedos y fue una grata sorpresa, un Chardonnay como ha sido este caso, la pena es que no recuerdo de aquel vino que probamos y al ver en el Hipermercado este vino, lo he comprado, han sido 12 euros y la verdad, la palabra sería correcto.
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